1- Consumir alimentos vegetales en abundancia: frutas, verduras, hortalizas, legumbres y frutos secos. Se recomienda consumir cinco raciones de frutas y verduras al día.
2- Los cereales: pan, pasta, arroz y sus productos integrales, son alimentos imprescindibles por su alto contenido en hidratos de carbono complejos y deben consumirse diariamente.
3- Utilizar el aceite de oliva como grasa de elección en la elaboración y preparación de todo tipo de platos.
4- Consumir pescado regularmente y huevos con moderación.
5- Consumir diariamente una cantidad moderada de productos lácteos.
6- Consumir ocasionalmente carnes rojas y a ser posible formando parte de platos a base de verduras y cereales.
7- Preferencia por alimentos poco procesados, frescos y elaborados para realzar su sabor, aroma, color y textura.
8- La fruta fresca debería ser el postre habitual, y reservar los dulces y postres para ocasiones especiales.
9- El agua es esencial en nuestra dieta. El vino es un alimento tradicional en la dieta mediterránea pero debe tomarse con moderación y siempre con las comidas.
10- Llevar una vida activa realizando ejercicio físico diariamente contribuye a mantener un peso adecuado e incrementar los beneficios de este tipo de alimentación.
Ya comentamos lo que dijo HIPÓCRATES, el padre de la medicina moderna, aquello de que "tu alimento sea tu medicamento". Prediquemos con el ejemplo y consigamos que nuestros peques se habituen a comer sano. Y sin mas, recordaros la máxima de todos los viernes...
COMIDA SANA HASTA EN FIN DE SEMANA
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